Las dimensiones de la formacion

en el seminario internacional de Ars

Las dimensiones

La vida

En el evangelio, vemos como Jesús elige a sus apóstoles : «Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, [a] para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar» (Marcos 3-13) Jesús pide a los apóstoles, de dejarlo todo para seguirlo.

UNA FORMACION COMPLETA Y DE CALIDAD

El seminario internacional de Ars, sigue por supuesto el Ratio Studiorum , el documento romano que da las direcciones de formación de los fututos sacerdotes. Deseamos desarrollar las cuatro dimensiones de la formación (mas abajo) de manera a que cada seminarista se prepare lo mejor posible a su futura vida sacerdotal. La formación esta marcada por la particularidad que genera la sociedad Jean Marie Vianney. Queremos formar a futuros sacerdotes que a la imagen del cura de Ars, tengan una alma misionera para la salvación del mundo. Para esto creemos en la fuerza de la vida fraternal, que hace parte de la formación propuesta, y al lugar central de la oración. Así la formación durante los primeros años nos invitan a ser bases solidas de oración para que nuestra relación a Cristo este en el centro de nuestras actividades.  Por fin , progresivamente durante la formación nos vamos familiarizando con la vida pastoral, objetivo del seminario , que representa un autentico vivero.

Formar a sacerdotes

diocesanos según las

según las orientaciones

y directivas de la Iglesia

LAS DIMENSIONES DE LA FORMACION

El seminario internacional de Ars, sigue por supuesto el Ratio Studiorum , el documento romano que da las direcciones de formación de los fututos sacerdotes. Deseamos desarrollar las cuatro dimensiones de la formación (mas abajo) de manera a que cada seminarista se prepare lo mejor posible a su futura vida sacerdotal. La formación esta marcada por la particularidad que genera la sociedad Jean Marie Vianney. Queremos formar a futuros sacerdotes que a la imagen del cura de Ars, tengan una alma misionera para la salvación del mundo. Para esto creemos en la fuerza de la vida fraternal, que hace parte de la formación propuesta, y al lugar central de la oración. Así la formación durante los primeros años nos invitan a ser bases solidas de oración para que nuestra relación a Cristo este en el centro de nuestras actividades.  Por fin , progresivamente durante la formación nos vamos familiarizando con la vida pastoral, objetivo del seminario , que representa un autentico vivero.

La formacion espiritual

Los discípulos preguntaban a Jesús: «señor apréndenos a rezar» los primeros años del seminario internacional de Ars, y particularmente el año propedéutico, proponen al futuro sacerdote una verdadera iniciación a la oración personal y litúrgica, base de toda una vida consagrada al señor. Ésta se irá desarrollando a lo largo de los años para llegar a una autentica vida interior. Así cada uno puede entender la llamada del Señor y responderle, ofreciéndose a su Amor.

La formacion intelectual

La misión de un sacerdote es la de proclamar la buena nueva. Eso supone de conocerla del interior, intensificando la Fe de la Iglesia. En relación con la vida espiritual, el trabajo intelectual es una dimensión importante de la formación de un futuro sacerdote. Los seminaristas del seminario internacional de Ars, están ayudados, estimulados, y acompañados para que cada uno pueda dar lo mejor del mismo, teniendo en cuenta sus aptitudes. Serán así capaces de anunciar a todos los hombres la verdad que libera. La filosofía, el estudio de la Biblia, la teología y muchas mas asignaturas (espiritualidad, moral, liturgia, historia, pastoral, otras religiones…) son asignaturas que se aprenden para desarrollar y estructurar su fe personal, fiel a la enseñanza del concilio vaticano II.

La formacion humana

Para salvar al mundo, Dios se hizo hombre en Jesucristo. ES  con todas las dimensiones de su humanidad que el sacerdote esta llamado para cumplir su ministerio. Es importante que desarrolle una personalidad equilibrada, fuerte y abierta a los demás. Podrá así comprometerse con una soltería consagrada para la misión. La vida comunitaria es una dimensión esencial en la formación de un futuro cura. El seminario es ante todo una gran familia y en el espíritu de la SJMV, los seminaristas se dividen en pequeñas fraternidades de 6 o 8 miembros, con un sacerdote para rezar, compartir, llevar a cabo algunos servicios comunitarios y sobretodo vivir entre hermanos. Relajación y deporte tienen también su importancia en el seminario internacional de Ars.

La formacion pastoral

El objetivo del seminario internacional de Ars es la formación de futuros pastores  quienes, siguiendo a Cristo, quieren servir y dar su vida para la misión. Eso supone un deseo ardiente de anunciar el evangelio y un amor autentico de Dios y de los hombres, para poder responder a sus necesidades de hoy. al cura de Ars le gustaba decir: “el sacerdocio, es el amor del corazón de Jesús” la formación pastoral se hace poquito a poco y de diferentes maneras: presencia en las parroquias, catequesis, actividades apostólicas durante las vacaciones, descubrimiento de diferentes realidades  de la vida de la Iglesia…

La FORMACION INTELECTUAL

La misión de un sacerdote es la de proclamar la buena nueva. Eso supone de conocerla del interior, intensificando la Fe de la Iglesia. En relación con la vida espiritual, el trabajo intelectual es una dimensión importante de la formación de un futuro sacerdote. Los seminaristas del seminario internacional de Ars, están ayudados, estimulados, y acompañados para que cada uno pueda dar lo mejor del mismo, teniendo en cuenta sus aptitudes. Serán así capaces de anunciar a todos los hombres la verdad que libera. La filosofía, el estudio de la Biblia, la teología y muchas mas asignaturas ( espiritualidad, moral, liturgia, historia, pastoral, otras religiones…) son asignaturas que se aprenden para desarrollar y estructurar  su fe personal, fiel a la enseñanza del concilio vaticano II.

LA FORMACION HUMANA

Para salvar al mundo, Dios se hizo hombre en Jesucristo. ES  con todas las dimensiones de su humanidad que el sacerdote esta llamado para cumplir su ministerio. Es importante que desarrolle una personalidad equilibrada, fuerte y abierta a los demás. Podrá así comprometerse con una soltería consagrada para la misión. La vida comunitaria es una dimensión esencial en la formación de un futuro cura. El seminario es ante todo una gran familia y en el espíritu de la SJMV, los seminaristas se dividen en pequeñas fraternidades de 6 o 8 miembros, con un sacerdote para rezar, compartir, llevar a cabo algunos servicios comunitarios y sobretodo vivir entre hermanos. Relajación y deporte tienen también su importancia en el seminario internacional de Ars.

LA FORMACION ESPIRITUAL

Los discípulos preguntaban a Jesús: «señor apréndenos a rezar» los primeros años del seminario internacional de Ars, y particularmente el año propedéutico, proponen al futuro sacerdote una verdadera iniciación a la oración personal y litúrgica, base de toda una vida consagrada al señor. Ésta se irá desarrollando a lo largo de los años para llegar a una autentica vida interior. Así cada uno puede entender la llamada del Señor y responderle, ofreciéndose a su Amor.

LA FORMACION PASTORAL

El objetivo del seminario internacional de Ars es la formación de futuros pastores  quienes, siguiendo a Cristo, quieren servir y dar su vida para la misión. Eso supone un deseo ardiente de anunciar el evangelio y un amor autentico de Dios y de los hombres, para poder responder a sus necesidades de hoy. al cura de Ars le gustaba decir: “ el sacerdocio, es el amor del corazón de Jesús” la formación pastoral se hace poquito a poco y de diferentes maneras: presencia en las parroquias, catequesis, actividades apostólicas durante las vacaciones, descubrimiento de diferentes realidades  de la vida de la Iglesia…

“La visa comunitaria no es una estrategia para responder a sus necesidades. Tampoco es una forma de responder a la soledad y a la debilidad del hombre (…) la vida comunitaria, en efecto, es una expresión del don de Cristo que es la Iglesia y esta prefigurada en la comunidad apostólica, que dio nacimiento a los sacerdotes. De hecho, ningún sacerdote administra algo que le es propio, sino que participa con sus hermanos al don sacramental que viene directamente de Jesús.»

Benito XVI